Los agricultores almerienses dejan de recibir cada año 191,8 Hm3 de agua ante la falta de infraestructuras
http://infoagro.com/noticias/2017/la_agricultura_de_almeria_se_muere_de_sed.asp
La Mesa del Agua de Almería convocó el pasado viernes una rueda de prensa para expresar la urgente situación en la que se encuentran los agricultores almerienses ante la falta de agua para regar sus cultivos.
La provincia de Almería comienza el nuevo año hidrológico con un déficit hídrico de 191,8 Hm3, agua que los representantes de las distintas comarcas que representan la Mesa del Agua consideran que está disponible pero que no se puede utilizar por la falta de infraestructuras que provoca “que ni las Administraciones ni los políticos tomen las decisiones correctas”.
En palabras del presidente de la Mesa del Agua de Almería, José Antonio Fernández, “hace 5 años que la desaladora de Villaricos fue dañada por una riada. Los 15 Hm3 anuales nunca llegaron a los regantes del Almanzora y nadie ha hecho por repararla. Hemos pedido un riego de socorro de 5 Hm3 para salvar 4 millones de árboles y la ministra de Agricultura nos lo ha negado. En el Poniente, la Balsa del Sapo se desborda porque no hay una desalobradora y desde la Junta Central de Usuarios estamos asumiendo los costes para que no se desborde y no se inunden las fincas colindantes. Las aguas depuradas de Roquetas, Vícar y El Ejido ya cuentan con un terciario para su reutilización en riego, pero no se aprovecha porque faltan los permisos de la Junta de Andalucía. El río Andarax vierte al mar 15 Hm3 cada año mientras que los regantes tienen que pagar agua desalada a casi 1€/m3. En total, 191,8 Hm3 que estarían disponibles si existieran las infraestructuras adecuadas”.
Infraestructuras: necesarias para seguir produciendo
Ante la situación límite a la que está llegando la provincia en Almería en términos hídricos con respecto a la agricultura, la Mesa del Agua considera que “si no tomamos medidas, la industria levantada por las dos últimas generaciones en la provincia, se irá al garete”, por lo que consideran urgente que desde las Administraciones, junto con los agricultores, se lleven a cabo una serie de actuaciones:
– La reparación de la desaladora de Villaricos para evitar la pérdida de cosechas en el Almanzora.
– La ejecución de terciarios en las estaciones depuradoras de aguas residuales de la provincia, ya que más de 40 Hm3 de aguas depuradas se podrían aprovechar en la agricultura y se están tirando. Sobre todo en el Bajo Andarax, donde una cuestión burocrática provoca el vertido al Mediterráneo de 15 Hm3.
– Lograr un precio justo por el agua.
– La ampliación de la desaladora de Carboneras, ya que están creciendo las necesidades en la zona y se quedará pequeña en los próximos 3 años.
– La recuperación de la desaladora de Rambla Morales.
– La construcción de una desalobradora de 6 Hm3 en la Balsa del Sapo, que según afirmó Fernández, desde la Junta Central de Usuarios ya se han concretado iniciativas para que sean los agricultores los que se hagan cargo de los 8 millones de euros que costará su construcción.
– La ampliación en 10 Hm3 de la desaladora de Balerma, ya que los 7 Hm3 adjudicados a la agricultura están ya siendo utilizados al 100%.
– La creación de la Autovía del Agua, lo que facilitaría la interconexión de todos los recursos hídricos disponibles.
– Ir hacia un nuevo modelo energético: el autoconsumo, adoptando las medidas económicas, fiscales y legislativas necesarias para facilitar la incorporación de la energía solar fotovoltaica en las comunidades de regantes y en las explotaciones agrícolas, y el uso de las energías renovables en el proceso de la desalación del agua, de manera que se abaraten en torno al 50% los costes de energía necesarios para su desalación, que actualmente se encuentran en el 59% del valor del metro cúbico de agua desalada por osmosis inversa.
Además, el presidente de la Mesa del Agua anunció la disposición de los agricultores de la comarca del Almanzora de hacerse cargo de los costes de construcción de una nueva desaladora en la zona, de 30 Hm3, aunque piden a las Administraciones que se les conceda una subvención del 40% de su valor para poder llevarla a cabo.
La del Almanzora: la comarca más afectada
Por su parte, Javier Serrano, representante de la Comarca del Almanzora, aseguró que la Comisión Técnica del Trasvase Negratín-Almanzora les autorizó la recepción de 50 Hm3, una cantidad de agua con la que los agricultores de la comarca realizaron sus previsiones. Sin embargo, este suministro se cortó en el mes de agosto y en la actualidad, 4 millones de árboles frutales, en su mayoría cítricos, se encuentran en peligro. La pérdida de estas cosechas supondría importantísimas pérdidas económicas, que se materializarían en la caída de puestos de trabajo y en pérdida de mercado para las empresas.
El problema más grave de la comarca – aseguró Serrano -se encuentra en la desaladora de Villaricos, ya que “si hay una desaladora que podría resolver este asunto, nos encontramos con la vergüenza de que lleva 5 años inundada e inservible y que no sabemos si algún día se va a reparar o no. Esto provoca una gran indignación entre los agricultores y la sociedad en general”. Una indignación que, anunció, se verá reflejada en una manifestación que la Mesa del Agua de Almería ha convocado a las 10 de la mañana del próximo 16 de octubre a las puertas de la desaladora de Villaricos para reivindicar su reparación y la búsqueda de soluciones al urgente problema hídrico de la comarca.
El Poniente y Níjar: buscando recuperar los acuíferos
Desde el Poniente almeriense, su representante, Manuel García, afirmó que durante el año hidrológico que acaba de terminar, se han dejado de extraer 18 Hm3 del acuífero con el fin de poder lograr su recuperación, por lo que se han usado aguas alternativas, entre otras, la de la Balsa del Sapo. Una propuesta que, según indicó, continuará durante el próximo año hidrológico, aunque destacó que para esto “es necesario que las concesiones para el uso de las aguas depuradas y desaladas en el primer semestre de 2018 queden definitivamente adjudicadas. De esta manera, el déficit hídrico del Poniente tiene solución”.
De igual modo, el representante de Níjar, Antonio López, destacó que “en Níjar no tenemos déficit hídrico, simplemente no tenemos agua, y la que tenemos es desalada y nos cuesta por encima de los 50 céntimos el metro cúbico”. López quiso remarcar que pese al precio “injusto” que soportan los agricultores en la comarca de Níjar, actualmente no les falta agua, aunque sí sucederá, observó, “en los próximos dos o tres años, ya que el acuífero necesitará más aporte. Por lo que tenemos que preparar con años de antelación la solución al problema del agua”.